Ya podemos tener toda la tierra que queramos que en cierto momento habrá que abonarla, darle el calor de putrefacción necesario para que se corrompa lo inútil y desprenda lo válido. Debe ser una tarea muy importante puesto que figura incluso en el Evangelio cuando habla del "grano que cae y muere", el único que podrá dar fruto.
De momento no termino de entederlo del todo, pero creo que debe referirse a alguna suerte de ardid a utilizar en determinada época del cultivo.
Yo tan sólo conozco que mueran los dragones que custodian bellas damas, pero eso forma parte de las leyendas.
APROXIMACIONES HERMÉTICAS
“Aceptar una vida oscura cuando se está sediento de gloria
es el summun de la perfección alquímica” G.G.
“Es de bien nacidos ser agradecido”. Refrán popular.
"A veces, en la noche oscura de tu alma, habías aspirado a una luz inconmensurable que un día lejano e incierto vendría a iluminar tu desamparo.
es el summun de la perfección alquímica” G.G.
“Es de bien nacidos ser agradecido”. Refrán popular.
"A veces, en la noche oscura de tu alma, habías aspirado a una luz inconmensurable que un día lejano e incierto vendría a iluminar tu desamparo.
Junto a las tinieblas y a la sombría tristeza del caos en el que confusamente te debates, has presentido el esplendor.
Y ahora el horizonte de tu vida se empurpura y te deja entrever algo mejor y más perfecto.
Apresúrate a dirigirte hacia ese resplandor todavía incierto. Es la estrella de los magos que se levanta para ti y que va a conducirte, si tu mirada no la abandona, hacia el Amo y Maestro del mundo."
Para todos aquellos que se sientan identificados, para todos aquellos cuya vida "se empurpura" ahora, para todos aquellos que, en definitiva, se aproximan por primera vez hacia ese "resplandor", van dirigidas estas reflexiones.
Casi todo buscador, que en un momento determinado de su peregrinar se encuentra de frente con la Alquimia, experimenta también que la lectura de los tratados es dura y a veces esteril pero aún así no pueden evitar sentirse atraídos (o enganchados) por lo que en ellos se vierte; textos que, seguramente, leen y releen pero no comprenden, y que, para más INRI (en su sentido filosófico por supuesto “Ignis Natura Renovatur Integra”), no pueden abandonar. ¡¡Felicidades!!, es el comienzo, y donde hay un comienzo es que hay un camino.......
Después, tras comprobar que aunque sienten que hay "algo" en esos escritos que les atrae como un poderoso imán (si se tiene el polo correctamente orientado), ven que no sólo no los entienden sino que, incluso, la zozobra y el desconcierto se instala en ellos, es decir, el caos. Más tarde, quizás, se dirigirán a los artículos de las revistas, a libros que intentan “aclarar” (o incluso, en un gran atrevimiento, “explicar”) los tratados esperando encontrar ese "algo" puesto de forma más asequible, para que puedan encaminarse hacia "el resplandor todavía incierto" que vislumbran en el horizonte de su vida.
Pero, caramba, ocurre que aunque a primera vista los artículos y libros de esa índole son prometedores en sus títulos, y después de frotarse las manos esperando encontrar una explicación, acaso una técnica secreta en ellos, resulta que no, que aunque el lenguaje empleado es más accesible, siguen sin entender nada. Puede que caigan en desviaciones propias de interpretaciones subjetivas de aquello que está más allá de toda subjetividad o, incluso, puede que disminuya su autoestima al ver que, al mismo tiempo, hay tanta gente que sabe tanto y que ellos, pobres ignorantes que creían haber entrado en el jardín hermético, no están siquiera en sus puertas. Bien, la humildad es un buen abono (etimológicamente hablando, claro: humildad, hombre, humus).......
Tranquilidad; no sois los primeros ni tampoco los últimos; a todos nos ha ocurrido, y nos ocurre aún, lo mismo. Lo fundamental es que el deseo vaya instalándose y encarnándose completamente para que, mediante un "calor suave y continuo" no perezca.
Es evidente que antes de entrar en un bosque que aparenta ser interminable es necesario proveerse de los pertrechos y viandas necesarias para una aventura que se presupone va a ser larga. Es decir, hay que saber que vamos a tener unos compañeros de viaje que no se van a poder evitar: unos agradables y otros aparentemente menos. Así, primero, y antes que nada, hay que entender que éste es un camino de soledad (aparente a veces y enormemente palpable en otras), pero no una soledad cualquiera sino una desgarradora, abrumadora, inevitable por otra parte; una soledad, digo, que sólo se atenúa parcialmente cuando se encuentra a otros en ese camino, bien sea en una situación parecida, o bien que ya hayan pasado por ella, y que, aparentemente, parezcan más o menos avanzados que uno mismo o bien cuando el Único que puede otorgar su Don se apiada de nosotros.
"¡Qué alivio! Si resulta que no soy un bicho raro, un loco", pensarán algunos. Sí, no se está sólo. Pero, cuidado, nunca, repito, nunca el auténtico Amante del Arte está abandonado a su suerte; esa soledad lo es a los ojos del mundo; es una soledad que sentimos por buscar apoyo en lo aparente, en lo corruptible y que se vence cuando nos fijamos en lo que hay más allá, lo incorruptible, lo imperecedero; por lo tanto, nunca será una soledad impuesta "desde fuera", sino que dependerá de dónde tengamos puesto nuestro "norte". Me explico: si hay algo que diferencie fundamentalmente, esencialmente, la Alquimia de la química, eso es la oración; sí, esa palabra que se encuentra en primer lugar en el famoso adagio hermético que todos hemos leído pero que, quizá por ser demasiado sutiles, no hemos "conocido" bien. "ORA, lege, lege, relege, labora et invenies". El "Ora" está primero, y esto es algo que muy pocos cumplen. De acuerdo con que la educación recibida ha creado un rechazo completo por todo lo que suene a Iglesia, pues todo lo impuesto provoca el efecto contrario al pretendido. Pero si el buscador es auténtico, si no se ha acercado aquí por casualidad (cosa imposible, por otra parte), si después de los primeros fracasos no abandona y sigue adelante, se dará cuenta que "algo" hay tras todo ello, que las simples fuerzas psicofísicas no bastan para continuar.....
El caos que se instala y acompaña estos primeros momentos (filosóficos, por supuesto), sirve de filtro, por decirlo así, dejando en el camino (o, mejor dicho, dejándose ellos mismos) a los inconstantes que abandonan o, peor aún, que se pierden en el "laberinto químico", confundiendo un claro del bosque con la salida a la luz del día; y llevando al sincero, más tarde o más temprano, a recurrir a Aquello que, aunque al principio no captó su Presencia, ahora ve que siempre estuvo allí. Y orará, sin lugar a dudas, y sin usar ninguna fórmula específica pero sí con la pureza de corazón surgida de la desesperación y del Amor a la Verdad. Y se dará cuenta que, poco a poco, empiezan a acontecer más "casualidades", pequeños destellos de luz donde antes sólo había oscuridad. Pero, cuidado de nuevo. Aquí, puede que se piense que el azar existe y que no relacionemos lo ocurrido con ese acto espontáneo y auténtico, pues nuestra medida del tiempo, nuestro concepto de la relación causa-efecto, fruto de la lógica cartesiana y mecanicista, no funciona en el Arte. Por ello, no animamos a orar, pues no somos quienes para dar consejos; el que lo haga será por Su voluntad, y ya sabemos que donde hay patrón...... Además, no se debe olvidar que todos los maestros coinciden en un aspecto muy importante y que normalmente pasa desapercibido: la verdadera humildad, pureza y Amor como condición necesaria, aunque no suficiente, para poder avanzar; esto es repetido hasta la saciedad, pero, claro, cómo nosotros, orgullosos de nuestra "cultura superior" vamos a rebajarnos de esta manera.....
Irremediablemente, los textos alquímicos más tarde o más temprano te dirigirán hacia, y te abrirán con Su ayuda, las puertas de los textos sagrados, sea la tradición que sea. Así, podemos llegar a pensar que este efecto direccional puede darse en sentido contrario.......
Otro aspecto importante, que normalmente hemos sufrido durante mucho tiempo, es el que se presenta al releer los textos una y otra vez. Ocurre que muchos llegan al Arte después de dar muchas vueltas y como rebotados de otras supuestas "ciencias esotéricas" que tan abiertamente expuestas y sin ninguna dificultad se ofrecen en el supermercado espiritual de la nueva era. Así, leen y releen buscando confirmación a sus ideas sobre lo que es la Ciencia. Es decir, quieren ver reflejadas sus expectativas en los textos; pero será imposible que encuentren algo provechoso, puesto que lo único que hacen es matar la letra y ésta lo que necesita es de un espíritu que la vivifique; nuestro pensamiento está condicionado por las estructuras lógicas y racionales de siglos de educación, y ello actúa como un proyector sobre todo lo que toca.
Hay que tener en cuenta, además, que para que algo se llene, primero debe estar vacío; si no se hace sitio, se limpia y purifica el lugar, difícilmente va a caber algo allí. Por ello, el caos es necesario. Y por cierto, si uno quiere atraer a su amada, es conveniente que se vista con sus mejores galas......
Así, los hermetistas no es que custodien con mucho recelo su legado cognoscitivo por el padecimiento de la búsqueda, pues ello sería signo de envidiosos y egoístas, aspectos excluidos en todo auténtico buscador; no, ellos se someten a Aquel que busca y es buscado, que será quien, finalmente, decida el que entra y el que sale. Además, no se trata precisamente de un legado "cognoscitivo" que digamos en el sentido de que ésta es una Ciencia experimental, positiva, que tiene sus causas que producen, a su vez, sus efectos, evidentes, palpables, físicamente perceptibles....
Finalmente, repetir lo de "el maestro aparece cuando el discípulo está preparado". ¿Lo estamos de verdad?, ¿Creemos sinceramente que nuestra materia está libre de impurezas?
Que se haga siempre Su Voluntad.
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