lunes, 18 de enero de 2016



DIFERENCIA ENTRE EL FUEGO DE LOS FILOSOFOS Y EL FUEGO VULGAR

Después de haberte demostrado que los Filósofos no se queman los dedos al preparar su piedra y que utilizan un fuego distinto al vulgar, te haré ver por comparación la diferencia que hay entre uno y otro: 

1º) En primer lugar, el fuego de los químicos es vulgar y conocido por todos, mientras que el nuestro se hace siguiendo el arte y es difícil de encontrar.
2º) Su fuego es elemental, en cambio el nuestro es natural a la vez que vivificante y celeste.
3º) Su fuego es activo, caliente y seco, pues lo preparan con madera, aceite o carbón; por el contrario el nuestro es caliente, seco y húmedo, y más espiritual que material.
4º) Su fuego no hace nada sin ser alegrado por el aire, pero el nuestro no hace ninguna operación sin estar encerrado; incluso debe estar encerrado en un vaso tal que le impida sufrir ni la más mínima acción del aire.
5º) Al fuego de los químicos no se le puede gobernar adecuadamente, pues se apaga y desaparece cuando le falta materia combustible; mientras que el nuestro ejecuta perpetuamente su infinita operación, en efecto, se mantiene a sí mismo sin necesidad de nuestras manos, e irradia y circula nuestra materia por medio del vapor espiritual.
6º) El fuego de los químicos es activo, operativo, caliente y seco; su primera calidad es consumir y destruir todo aquello en lo que actúa. Esta verdad se demuestra claramente de la siguiente forma: el más suave de todos los fuegos, el baño-maría, en el que se pueden cocer huevos, destruye los gérmenes de todas las cosas, sus demás fuegos son mucho más fuertes y pueden hacerlo más rápido y con mayor seguridad. En cuanto a nuestro fuego calienta suave y lentamente nuestra preciosa materia, la cuece por medio de una irradiación continua, la conserva, la congela y la humecta, la nutre y aumenta su virtud. En suma, el fuego filosófico es absolutamente diferente al de los químicos.
7º) El fuego de los químicos es violento y corrosivo, más el nuestro es suave, benigno y natural, encerrado, dorado, vaporoso, circulante, envolviendo la materia, continuo, templado y tan nutritivo y vivificante como celeste.
He aquí lo más admirable del fuego filosófico: Es del todo semejante a la materia de su piedra y extraído, por medio del arte de un escondido secreto, de la purísima sustancia de sus vísceras. Este fuego es el verdadero baño-maría de los Filósofos. El secreto de su preparación está tan escondido como la materia misma de la piedra filosófica, pues la ciencia de uno comprende el conocimiento de la otra.
Filoso Anonimo


jueves, 9 de julio de 2015

La Refutación de la Naturaleza











Pongo aquí a continuación una breve parte del Tratado intitulado LA REFUTACIÓN DE LA NATURALEZA, de Jean de Mehung.

Recomendando la lectura completa, por supuesto, de la citada Obra, el extracto que aquí se presenta, y que coresponde al principio de la misma, es suficientemente elocuente y aclaratorio sobre múltiples errores que los practicantes y amantes de esta noble Arte comenten al intentar pensar en lugar de sentir y escuchar lo que la propia Naturaleza nos quiere decir.

Que aproveche.

El Hortulano


Habla la Naturaleza:
¡Santo Cielo! ¡Cómo me entristece ver a la raza humana, a la que Dios creó perfecta, en Su Propia Imagen y Semejanza, llamada a señorear la tierra, alejarse tanto de mí! Me refiero especialmente a ti, oh filosofastro impasible, que presumes de químico práctico y de buen filósofo y que sin embargo, careces de todo conocimiento acerca de mí, de la verdadera Materia y el arte que prácticas. Rompes tu redoma y consumes carbones, sólo para reblandecer más tu cerebro con los vapores. También digieres alumbre, sal, oropimente y atramento. Fundes metales, construyes hornos grandes y pequeños y empleas muchos recipientes. Me pone enferma tu locura y me sofocas con tus humos sulfurosos. Con el más intenso calor buscas fundir el mercurio, que es la substancia vulgar volátil y no la materia que empleo para crear metales.

De esto resulta, que no haces nada. No sigues mis indicaciones o buscas imitar mis métodos, equivocándote en todo el proceso. Te valdría más ocuparte de tus asuntos y no disolver y destilar tantas substancias absurdas para luego pasarlas por alambiques, cucúrbitas, marmitas y destiladores. Con este método nunca conseguirás detener el mercurio. Para la revivificación emplea un fuego reverberante, y caliéntalo todo hasta el punto de licuar todo. Nunca descubrirás nada a menos que entres en mi taller en las mismas entrañas de la tierra, allí donde  incesantemente forjo los metales. Allí encontrarás la substancia que empleo y descubrirás el método de mi trabajo. No te creas que te revelaré mi secreto a menos que primero encuentres la semilla creciente de todos los metales (que se parece al de los animales y plantas). Conservo en el seno de la tierra, tanto lo que los genera como aquello de lo que se nutren.

martes, 1 de abril de 2014

Los Amores de los Dioses



Dicen que Dios es un Fuego que consume y que en nosotros existen otros fuegos que podemos diferenciar por su grado, cualidades, características y manifestación exterior.

Pero también se dice que Dios es Amor. Luego, me permito relacionar ambas definiciones diciendo que El Amor es un Fuego Divino, esto es, entendido como un atributo proveniente y concedido desde arriba, elemento que nos compone, inunda de vida y realiza por completo.

Perseo y Andrómeda lo ejemplifican diferenciándolo de otros fuegos más vulgares y pasionales que a veces se confunden con el primero por errores en cuanto a nuestras interpretaciones caidas se refiere.

En su Tratado del Fuego y la Sal Blaise de Vigenere hace un comentario esclarecedor sobre el fuego que seguían durante su exilio en el desierto los hebreos huidos de Egipto......

¿Y acaso, me pregunto, no es Egipto el que simboliza todo aquello que nos tiraniza, esclaviza y debemos dejar a un lado para poder recuperar lo que somos?

Perseo encuentra a Andrómeda después de vencer a la Medusa gracias, en gran parte, a la ayuda prestada por diferentes dioses al donarle, o prestarle sus atributos.

Cuando vence al monstruo y libera a Andrómeda, ve sus ojos, sus miradas se encuentran y reconocen de inmediato, más allá de las palabras o los pensamientos, es un reconocimiento que sólo la experiencia interior, el fuego interno bien ubicado, puede proporcionar.

Si, me gustan estos dos y me gusta Atenea y sus dones.

Igual repasaré su historia........


viernes, 7 de febrero de 2014

El Corazón del Mundo


 
He tomado prestada esta imagen del blog de mi qurido amigo el Cosmógono porque me ha parecido una bella muestra de algo que hoy en día parece olvidado, cual es la conexión, y no diferenciación, entre la Naturaleza, el Mundo, y nosotros.

Porque, al fin y al cabo, fuimos hechos a Su imagen, según su semejanza, y en el último día de la Creación, recibiendo, por tanto, la esencia o chispa de todo lo ya creado previamente. Así, en muchos textos se nos define como el "pequeño mundo" o Microcosmos, en oposición aparente al Gran Mundo o Macrocosmos. 

Pero sabemos muy bien que Como es arriba así es Abajo, así que la relación entre estos do smundos es tal que podemos afirmar que no son sino Uno, es decir, el mismo, y que ambos se necesitan y ayudan de maneras admirables, que nos suelen pasar desapercibidas, y que, además, comparten centro, cual es el corazón, como bellamente se encuentra repesentado en la imagen.

A mi me gusta el Corazón y su Esencia única y pura, la cosa en sí misma considerada, sin trabas, ni añadidos, sino más bien exhento de impurezas y costras adheridas que tan sólo conseguían opacarlo e impedir, al mismo tiempo, que su luz brillase como debe.

Hermoso paisaje a explorar, tan cercano y desconocido a la vez.

Que aproveche.










miércoles, 5 de febrero de 2014

Regreso

Hace cinco años que inauguré este blog movido por el Amor que la Arte me producía desde siempre y su proveedor, es decir, Hermes, me aportaba.

A veces, los parones aparentes son absolutamente necesarios, sobre todo cuando uno se somete a lo de Arriba y se deja llevar y arrastra incluso, no sin antes haber mantenido una ardua y feroz lucha contra la propia voluntad.

Hoy regreso ya restablecido de tal retiro y lo hago con un hermoso jardín donde los haya, presidido por una Fuente de Agua Viva que siempre fluye, y que calma toda sed.

Me alegro de estar vivo, de sentir la Vida y de transmitirlo en la medida en que mis pocas luces me lo permiten.

Aquí estoy.