lunes, 27 de abril de 2009

EL ESPEJO




EL ESPEJO DEL COFRE


A la vuelta de un viaje de negocios, un hombre compró en la ciudad un espejo, objeto que hasta entonces nunca había visto, ni sabía lo que era. Pero precisamente esa ignorancia lo hizo sentir atracción hacia ese espejo, pues creyó reconocer en él la cara de su padre. Maravillado lo compró y, sin decir nada a su mujer, lo guardó en un cofre que tenían en el desván de la casa. De tanto en tanto, cuando se sentía triste y solitario, iba a "ver a su padre".
Pero su esposa lo encontraba muy afectado cada vez que lo veía volver del desván, así que un día se dedicó a espiarlo y comprobó que había algo en el cofre y que se quedaba mucho tiempo mirando dentro de él.

Cuando el marido se fue a trabajar, la mujer abrió el cofre y vio en él a una mujer cuyos rasgos le resultaban familiares pero no lograba saber de quién se trataba. De ahí surgió una gran pelea matrimonial, pues la esposa decía que dentro del cofre había una mujer, y el marido aseguraba que estaba su padre.

En ese momento pasó por allá un monje muy venerado por la comunidad, y al verlos discutir quiso ayudarlos a poner paz en su hogar. Los esposos le explicaron el dilema y lo invitaron a subir al desván y mirar dentro del cofre. Así lo hizo el monje y, ante la sorpresa del matrimonio, les aseguró que en el fondo del cofre quien realmente reposaba era un monje zen.

miércoles, 22 de abril de 2009

Como es Arriba así es Abajo

Como esta imagen habla por sí sola me callaré en consecuencia.


jueves, 16 de abril de 2009

ITACA


Como ahora parece que se está poniendo de moda, debido a un anuncio televisivo, este hermoso poema (curiosa la etimología de Poesía para el que le apetezca investigar) lo incluyo aquí para deleíte de todos.
Para complementarlo, incluyo una imagen de Atenea-Minerva, diosa de la Sabiduría, pero de la divina, la de arriba. Qué le vamos a hacer, es que me gusta mucho esta diosa y debe estar hartita ya de aguantar mis peticiones para que me conceda su don, pero como soy insistente, cosa que alguno puede asegurar indudablemente, seguiré insistiendo. Si lo consigo ya lo haré saber por aquí, o no.

Cuando partas en dirección a Itaca, que tu jornada sea larga, repleta de aventuras, plena de conocimiento.
No temas a Laestrigones ni Cíclopes ni al furioso Poseidón; no los encontrarás durante el camino si no los llevas dentro de tu propia alma y si tu alma no los coloca delante de tus pasos.

Espero que tu camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano y que el placer de ver los primeros puertos traiga una alegría nunca vista.

Procura visitar los emporios de Fenicia Y recoje lo que allí haya de mejor. Ve a las ciudades de Egipto Y aprende de un pueblo que tiene tanto que enseñar.

No pierdas a Itaca de vista, puesto que llegar allí es tu destino.

Pero no apresures tus pasos; es mejor que la jornada demore muchos años y tu barco solo ancle en la isla cuando tú ya estés enriquecido con lo que conociste en el camino.

No esperes que Itaca te dé más riquezas. Itaca ya te ofreció un hermoso viaje: Sin Itaca, jamás habrías pàrtido. Ella ya te dió todo y nada más puede darte.

Si, al final, tu crees que Itaca es pobre, no pienses que ella te engañó.

Porque tú te hiciste sabio y viviste una vida intensa, Y este es el significado de Itaca.




jueves, 2 de abril de 2009

La Plegaria



No quiero dejar pasara la oportunidad de poner aquí una plegaria auténtica. Y la califico así porque incorpora en el propio texto los dos requisitos básicos que, a mi humilde entender, debe poseer cualquier frase que prentedamos elevar a lo Alto: un texto adecuado y una intencion sana, honesta, sincera y veraz.


Etimológicamente hablando, plegaria se relaciona con súplica ya que ambas parecen derivar de término latino "plicare", es decir, plegar, doblar; en este caso concreto sería un plegarse sobre sí mismo, es decir, prosternarse. Ello me hacer acordarme de la etimología tan hermosa que San Isidoro de Sevilla, en sus precisamente así llamadas Eimologías, asigna a Genuflexión y a rodilla, relacionándola con las lágrimas y la peticion (quien quiera profundizar no deje de consultar los dos tomos de esta obra editada por la Blibioteca de Autores Cristianos).


Esta plegaria, en concreto, se atribuye a Nicolás Flamel, famoso alquimista y autor de el Libro de las Figuras Jeroglíficas y creo que merece la pena leerla, releerla y formularla, si es posible, con regocimiento y en un lugar adecuado.


Dios todopoderoso, Eterno, Padre de la luz de quien vienen todos los bienes y todos los dones perfectos, imploro tu misericordia infinita.


Déjame conocer tu eterna Sabiduría. Ella es quien rodea tu trono, quien ha creado y hecho, quien conduce y conserva todo. Dígnate enviármela del cielo de tu santuario y del trono de tu gloria para que esté y trabaje en mí, pues ella es dueña de todas las artes celestes y ocultas, es quien posee la ciencia y la inteligencia de todas las cosas.


Haz que me acompañe en todas mis obras, que por su espíritu tenga la verdadera inteligencia, que proceda infaliblemente en el arte noble al cual me he consagrado, en la búsqueda de la milagrosa piedra de los sabios que has ocultado al mundo, pero que tienes por costumbre descubrir por lo menos a tus elegidos.


Que esta Gran Obra que he de hacer aquí abajo, la empiece, la prosiga y la termine felizmente, que contento, goce de ella para siempre. Te lo pido por Jesucristo, la piedra celeste angular, milagrosa y fundada de toda eternidad"