martes, 8 de abril de 2008

Bienvenidos

Como cada vez queda menos espacio verde donde poder cultivar el fruto que a uno le gusta y como, también, es más dificil encontrar los elementos propios de toda industria jardinera, tales como buena tierra, espacio para cultivarla, agua nutritiva o una buena semilla, siguiendo a Cyrano en su Viaje elevé mi vista al cielo y me pregunté: "¿Por qué no dedicarme a crear y cultivar los jardines celestes?; al fin y al cabo, están menos solicitados, hay espacio de sobra y como resulta difícil llegar a ellos, es seguro que casi nadie lo pisará."

Así, surgió esta idea original o al menos eso creía, porque, buscando y buscando, encontré que había otros que ya la habían tenido incluso desde hace demasiado tiempo.

No obstante, mi empeño ha seguido firme ya que habiendo tanto espacio como hay y existiendo tanta distancia entre uno y otro jardín, al fin y al cabo igual no quedaría tan mal.

Ahora estoy dedicado a intentar solventar los problemas técnicos que se presentan cuando se intenta este tipo de jardinería: los desplazamientos de subida y bajada, intentar que lo de arriba, mi jardín, esté en iguales condiciones que si estuviese aquí abajo, el alimento necesario para tanto desplazamiento, el combustible, y, no menos cierto, el vehículo adecuado que me permita realizar esos viajes de seguido y sin gran coste.

De entre los anteriores, me interesa sobremanera el ver cómo crear un sistema de riego que asegure la llegada de agua sin problemas pero no una cualquier, sino de la mejor calidad, no sea que por tacañería se me estropee la cosecha.

Otra de mis aficiones, que entronca directamente con la agricultura que aquí comentamos, es la denostada Alquimia, de la que iremos poniendo lo que por aquí y por allá encontremos que sea de buen gusto y cuando menos proporcione un rato agradable y placentero a quien lo lea.

Es muy antigua esta así denominada noble Arte y ciertamente que hoy en día goza de mucha popularidad e interés encontrándose multitud de págionas dedicadas a la misma en tantas variantes como autores.

Lo cierto es que tal y como se ve actualmente a mi no me proporciona disfrute pero por cosa de que me entretiene y soy de fácil agradar pues a veces me dedico a leer estas locuras.

Pues aquí estamos y aquí espero ir depositando pequeñas frutitas que sean del gusto, al menos, de unos pocos.

Hala, manos a la obra.

2 comentarios:

Coordinador dijo...

Felicidades por esta deliciosa página; por sus frutos, por los fértiles árboles que se atisban, por las semillas que esparce en las Tierras aptas, y como no podía ser menos por el Fiel y Devoto Hortulano. Esperamos los fieles peregrinos se nos acoga en tan bello Jardín, aunque tengamos que buscar primero la Llave en la boca del León. Mientras, cual Tierra propicia, estaremos atentos a las épocas de siembra del celeste agricultor.
Saludos
Jorge C.

El Hortulano dijo...

La fertilidad epende siempre de dos partes complementarias: la que da y la que recibe. Por mucho que se pueda dar si no hay recipiente apto sería inútil y más aún es posible el dar gracias a que hay recepción.

La tierra siempre agradece unas manos honestas y un agua suave que la trabaje y fertilice adecuadamente.

Se bienvenido a este terruño que a partir de ahora puedes considerar tuyo.