martes, 21 de junio de 2011

QUIETUD


El Mensaje Reencontrado 22, 67:" Los padres, que hacen todo el trabajo en la casa, dejan que los niños crean que su ayuda es indispensable, cuando de hecho no hacen más que estorbarlos y retrasarlos en su tarea. Y los padres incluso dejan creer a sus hijos que ellos solos han hecho todo el trabajo; y el orgullo de los niños hace sonreír a los mayores, que saben muy bien en qué caos caería la casa si no estuvieran allí para mantenerla en orden.

Así pues, Dios hace todo el trabajo en nosotros y cuando con nuestros esfuerzos creemos ayudarle, no hacemos más que contrariarle y retrasarle, pero él también sonríe paternalmente y nos deja creer que somos útiles para no desanimar nuestra buena voluntad naciente; ya que, cuando hayamos crecido en la fe y en el amor de Dios, podremos ayudarle escuchando su palabra en nuestros corazones y manifestándola en el mundo".

Este versículo de EL MENSAJE REENCONTRADO de Louis Cattiaux, resume en dos simples párrafos toda una filosofia de de confianza en el buen hacer de Arriba. La Naturaleza actúa siempre asi, de forma tranquila, sosegada, confiada de tal forma que cuando uan semilla cae en la tierra es acogida por esta sin que nada fuera pueda dar fe de que asi está ocurriendo, pero, inevitablemente, el calor interior, acogerá, alimentará y permitirá que en su tiempo debido fructifique. Es el arte del jardinero quien sabe que tras la siembra y previa limpieza del terreno, tan sólo tiene que regar o dejar incluso que la propia lluvia alimente su trabajo, y aunque a veces su voluntad le incite a actuar de alguna u otra forma la confianza permitirá siempre obtener el resultado esperado o quizás algo más.

Es dificil, lo se, pero dificil jamás ha sido sinónimo de imposible.


jueves, 9 de junio de 2011

Interpretar

Cuando nos acercamos a lo divino, a lo numinoso, a la Arte, a Dios, lo hacemos cargados con nuestro prejuicios, expectativas, intereses y egoismos varios. Una taza tan llena dificilmeten podrá admitir el vino delicioso que empapa cálidamente y despierta corazones.

¿Por qué no probar a dejar de interpretar, pensar, encontrar ardides, o códigos ocultos y empaparse de lo que la lectura simple, directa y constante puede proporcionarnos?.

Recordemos que al "...principio era el Verbo, y el verbo era Dios".

Esto sí podemos tomarlo literalmente ya que la Palabra, el Verbo, está viva, vibra en una frecuencia determinada según el tono que se le quiera dar. La letra mata mas el espíritu vivifica y ¿quiénes somos tu o yo para interpretar y filtrar eso a nuestra conveniencia?

Los apostoles eran rudos e ignorantes en su mayoria y sin embargo sólo cuando recibieron el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego comprendieron, supieron y obraron.

Interpretamos tanto que leemos con la expectativa, la idea ya formada en nuestra mente, buscando confirmarla en el texto en cuestión.

Estamos atentos a cualquier "código oculto" en un texto, como si con una clave secreta fuese suficiente sin que el Padre intervenga siendo más que suficiente nuestro esfuerzo y santa voluntad.

No, ésto no es asi y hablo desde la propia experiencia, de los errores cometidos fruto de un orgullo mal entendido que no puedo por menos que hablar asi de claro y directo, por pura piedad, hacia todos, hacia mi, hacia el Padre.

Pensar que por nuestros propios y solos esfuerzos podemos romper la Voluntad de Dios es todo un sacrilegio que nos puede costar toda una vida de búsqueda estéril e inútil.

El reino es de los mansos de espíritu y eso puede costar muchos años entenderlo.

Hay más Verdad en un corazón dispuesto a recibir que en una mente presta a opinar, dilucidar e interpretar, y, sin embargo, he aquí la gran paradoja, ambos son necesarios formando una única moneda que incluya a Cesar y a Dios, al Hombre y a la Mujer, al novio y a la novia y al esposo y a la esposa.

Saludos.