jueves, 26 de marzo de 2009

La Misa Cibeliana




Le tengo un especial cariño a este curioso texto, sí señor, y en base a eso aquí lo pongo para deleite de curiosos y desocupados varios.


MISA ALQUÍMICA
Nicolas Melchior Cibenensis

INTROITOIntroibo ad Altare Dei. Ad Deum qui leatificad juventutem meam. El fundamento del Arte es la disolución de los cuerpos, que deben disolverse, no en agua de lluvia, sino en agua mercurial, de la cual nace la Verdadera Piedra Filosofal.
VERSÍCULO
(Entrada del Vitriolo y de la Sal Vítrea, partes iguales, dando testimonio de la disolución) Gloria al Padre y al Hijo por el Espíritu Santo.
KYRIE
Fuente de Bondad, inspirador del Sagrado Arte del cual proceden todos los bienes de tus fieles: ¡Que descienda tu Luz sobre nosotros!
CRISTO
Santo, Piedra Bendita del Arte de la Ciencia que por salvación del mundo inspiraste la Luz de la Gnosis en nosotros para iluminar nuestra oscuridad.
KYRIE
Fuego Divino ven a nuestros Corazones para que podamos extender los secretos del Arte para tu alabanza.
GLORIA IN EXCELSIS:
(Cántese al Dios fuerte)
COLECTA
Dios dador de toda Iluminación por sólo tu bondad y sabiduría, que a tu siervo N.N. por tu infalible Piedad y Gracia, inspiraste la Luz del Sagrado Arte de la Alquimia, te rogamos concédenos que lo que recibió del don de tu Majestad le aproveche a la salud de su cuerpo, alma y espíritu, y con él mismo ilumine la oscuridad e infunda la gracia de la Virtud, para que emplee fielmente el Sagrado Arte sólo para la alabanza y gloria de tu Nombre y para la propagación de la Iglesia de la Verdad y la Luz.
EPÍSTOLA
¡Oh profundidad de la riqueza, de la Sabiduría y de la Ciencia de Dios!
GRADUAL
¡Levántame Águila y trae el Soplo: cuida de mi huerto y fluirán sus aromas!
VERSÍCULO
Desciende como la lluvia sobre las hojas de los árboles, como las gotas que destilan sobre la tierra. ¡Oh feliz Creador de la Tierra, más blanco que la nieve, más dulce que la suavidad, resplandeciente en el fondo de un vaso a modo de bálsamo! ¡Oh Medicina salvadora de los hombres, que curas en breve tiempo todos los padecimientos del cuerpo y das inicio a la Larga Vida, renuevas la naturaleza humana, pones fin a la pobreza, rechazas la tristeza y conservas la Vida! ¡Oh Fuente Divina de la cual surge la verdadera Agua de Vida para premio de tus servidores!
SECUENCIA DEL EVANGELIO. “ EL TESTAMENTO DEL ARTE “
¡Salve, oh Luz preciosa del Cielo, Luz Radiante del Mundo!
Aquí te unes con la Luna, se hace cópula marcial y en la conjunción de Mercurio. De estas tres cosas principalmente por el Lecho del Río nace aquel gigante fuerte, al que buscan millones mediante el Magisterio del Arte.
Disueltas las tres, uno en agua de nube (pues por ella nunca se transmuta nuestra esencia) sino convertida en Agua Mercurial, esta Sustancia nuestra bendita, disuelta por ella misma, tiene el nombre de Esperma de los Filósofos.
Ahora se dirige a la cópula, a desposarse con una esposa virgen, y a impregnarse en el baño mediante la templanza del fuego. Pero la Virgen no se impregna de repente sino con besos llenos de Amor.
Entonces es concebido en la Matriz el hijo, y esto en el Orden de la Naturaleza.
En el fondo del vaso aparece el Dragón Negro, fuerte, enteramente quemado, descolorido, calcinado y muerto...ya ruega ser enterrado para se regado con su humedad y calcinado suavemente, hasta que de la fortaleza del fuego aparezca blanquísimo. Pero antes toma la Bebida, cuando ya está lavada en sí misma por la perseverancia del Fuego.
Ahora por fin se hace agradable, renacido del propio sudor, y queda limpio del cuerpo antes tenebroso.
He aquí la admirable generación del Dragón Negro, o renovación, de aquí vindica para sí un hombre nuevo, por el Lavado de la Regeneración, que los Filósofos llaman Azufre de la Naturaleza, y al hijo de aquellos: La Piedra Filosofal.
Pero está la ceguera de los fatuos que han sido engañados por la ignorancia de la filosofía natural, por la repugnancia del Fuego.
¡La cosa es Una sola, la raíz Una, Una la esencia, a la que nada extraño se añade, sino que sólo se quita lo superfluo, mediante el Magisterio del Arte! Sólo sigue ser fortalecido, fermentar por su Naturaleza, ser regado con su Agua, ser destilado moderadamente después que ha bebido suficientemente.
Y entonces empieza a reinar, y a luchar con la fuerza del Fuego, queriendo ascender al Cielo para por fin ser coronado con diademas... después humilla a todos sus enemigos y los somete a su Imperio.
¡Este es el Tesoro de los tesoros, la Suma Medicina de los Filósofos, es el Celeste Secreto de los Antiguos...¡Bienaventurado quién lo encuentra...!
Quién vio tales cosas las dice abiertamente ya que es verdadero su testimonio. Sea Dios bendito por los siglos de los siglos.
Te alabo Señor, Padre del Cielo y de la Tierra, porque escondiste estas cosas a los sabios y prudentes de este mundo, y las rebelaste a los pequeños.
CREDO IN INUM....
OFERTORIO
La Piedra que rechazaron los constructores, se ha convertido en la Piedra Angular, esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos.
SECRETA
Omnipotente Dios, por la saludable víctima que ardientemente inmolamos a tu Majestad, rogamos tu clemencia, para que éste nuestro artificio en Honor del Bendito Arte de la Alquimia, se haga en tu Glorioso Nombre y consagrado por la Ecclesia Gnostica. Amén.
COMMUNE
¡A nuestro Rey que viene del Fuego Iluminado y está coronado con diademas, honrad perpetuamente!
COMPLENDA
Recibimos Señor, el auxilio a la debilidad, y dando gracias a tu Majestad te rogamos por la elevación del Alma, la salud del Cuerpo y la Iluminación del Espíritu. Que todo ello sirva para el fortalecimiento de la Verdad del Conocimiento.
ITE MISSA EST
ALLELUIA...

martes, 24 de marzo de 2009

La Refutación



Casi siempre hacemos interpretaciones sobre lo que leemos, filtrando por el tamiz de nuestras expectativas, ideas y experiencias (o no) todo aquello que llega a nuestros ojos y, después, a la mente. Ello es más palpable y evidente en cuanto se refiere a los tratados herméticos o directamente alquímicos.
Alguno podría disertar aquí largo y tendido al respecto pero tratándose la Alquimia de una Ciencia de la Naturaleza sería pretencioso osar tal cosa ya que, seguramente, erraría, por lo que cedamos mejor la palabra a la propia Naturaleza en el párrafo siguiente, extraído del tratado titulado LA REFUTACIÓN DE LA NATURALEZA, aconsejable, por supuesto, para una lectura completa y sosegada.
No obstante, antes de ello no sería baladí seguir el consejo que al Lector ofrece el anónimo autor (aunque algunos lo atribuyen a Douzetemps) de un hermosísimo tratado donde los haya, el así llamado HORTULUS SAUCER.


AL LECTOR

Si lees mis versos con el corazón frío, mis versos se mostrarán fríos a tu corazón. Pero si tu corazón se muestra amoroso, arderás con el mismo fuego que abrasa a mi musa y que me consume de Amor.


LA REFUTACIÓN DE LA NATURALEZA (Jean de Meung)


Habla la Naturaleza:
¡Santo Cielo! ¡Cómo me entristece ver a la raza humana, a la que Dios creó perfecta, en Su Propia Imagen y Semejanza, llamada a señorear la tierra, alejarse tanto de mí!


Me refiero especialmente a ti, oh filosofastro impasible, que presumes de químico práctico y de buen filósofo y que sin embargo, careces de todo conocimiento acerca de mí, de la verdadera Materia y el arte que prácticas. Rompes tu redoma y consumes carbones, sólo para reblandecer más tu cerebro con los vapores. También digieres alumbre, sal, oropimente y atramento. Fundes metales, construyes hornos grandes y pequeños y empleas muchos recipientes.


Me pone enferma tu locura y me sofocas con tus humos sulfurosos. Con el más intenso calor buscas fundir el mercurio, que es la substancia vulgar volátil y no la materia que empleo para crear metales. De esto resulta, que no haces ada. No sigues mis indicaciones o buscas imitar mis métodos, equivocándote en todo el proceso. Te valdría más ocuparte de tus asuntos y no disolver y destilar tantas substancias absurdas para luego pasarlas por alambiques, cocurbitas, marmitas y destiladores. Con este método nunca conseguirás detener el mercurio. Para la revivificación emplea un fuego reverberante, y caliéntalo todo hasta el punto de licurar todo.


Nunca descubrirás nada a menos que entres en mi taller en las mismas entrañas de la tierra, allí donde incesantemente forjo los metales. Allí encontrarás la substancia que empleo y descubrirás el método de mi trabajo. No te creas que te revelaré mi secreto a menos que primero encuentres la semilla creciente de todos los metales (que se parece al de los animales y plantas). Conservo en el seno de la tierra, tanto lo que los genera como aquello de lo que se nutren.