No hay nada mejor para abstraerse como silenciar nuestros sentidos y estar atentos a lo que queda.
Como esa es tarea dificil donde las haya, en mi caso, suelo recostarme bajo un frondoso árbol, me gustan mucho las higueras, y ahí cierro los ojos dejando todo el protagonismo al oido. La música que puede descubrirse es pasmosamente hermosa y creo que no cambiaría nada por esos momentos de solaz y sosiego.
Cuando el campo no está disponible pues entonces no queda nada mal dedicarse a escuchar con deliete alguna de las piezas que pueden encontrarse en el siguiente enlace:
http://www.epdlp.com/operas.php
Las hay hermosamente desconocidas y otras conocidamente hermosas.
En todo caso, dependerá, como siempre, de si uno tiene el espíritu presto a estos placeres sencillos.
Hace 10 años
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