lunes, 24 de mayo de 2010

No te detengas

Se que este blog no se dedica a la poesía, pero la etimología del término nos lleva a la palabra "creación", y esa sí que está directamente relacionada con lo que aquí pretendemos exponer de forma más o menos habitual. Asi que ahí va.

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis: nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños el hombre es libre.

(Walt Whitman)

2 comentarios:

Miserere mei Domine dijo...

Celebro leerle de nuevo :)

Es cierto que cada cual escribe su propia historia... aunque lo que escriba solo sea justificación de no ser responsable de si mismo.

Dice un viejo refrán: "ojos que no ve, corazón que no siente".

Por desgracia preferimos la ignorancia de ser capitanes de nuestro barco... para no sentirnos responsables de su rumbo o su deriva.

Cuando el barco se estrella contra las rocas... siempre es el viento y la fatalidad quienes nos han llevado allí.

Hay que tener coraje y valor para coger el timón y decisión para elegir el rumbo. Una vez que lo hacemos... estamos perdidos :)

Dejamos el paraíso plácido y cálido de la ignorancia y nos toca, pues, hallarnos.

Un abrazo fraterno

Pilar Moreno Wallace dijo...

Yo me detengo en este pensamiento: merece la pena aprovechar el tiempo que se nos ha dado para "crecer un poco" en el día a dIa que vivímos. Sí merece la pena no dejarse vencer por el desaliento, aunque tropecemos y hasta nos duela el seguir creciendo. Merece la pena decir lo que sientes y lo que piensas. Y merece la pena pensar que vas a hacer algo extraordinario de tu vida, aunque a veces lo veas todo muy negro. Y sobre todo: habla y dilo en voz alta.
En los sueños se es libre; lo interesante es despertarse y continuar siéndolo.